¿Dónde estás, Sevilla?

Saltaba tu/mi/nuestro Sevilla al césped del Ramón Sánchez Pizjuán tras el robo sufrido en la capital del Reyno. Enfrente el Málaga, nada de derbi ni historias raras, un partido más (para nosotros). El único derbi que hubo hoy fue en la carretera de Cádiz y lo ganaron los “más nuestros” (0-1 Rodrigol a pase de Luis Alberto).

Volvíamos a la Liga con las ganas de empezar a recortar los puntos perdidos, sobre todo tras los buenos resultados de ayer. Con algunos cambios en la alineación, la vuelta de Palop, con Fazio de central y Rakitic en el lugar de Kanouté, como enganche de Luisfa.

Con este dibujo, un 4-2-3-1 se esperaba mucha movilidad de la línea de 3, con peligro por banda y posesión de balón. Lo primero no se consiguió, lo segundo sí. Lo malo es que fueron Fazio y Alexis los que tuvieron el balón casi todo el tiempo. Y eso no sirve para nada.

Orgulloso y con la ilusión robada

Uno, que pregona sevillismo por los cuatro costados y cuya única ilusión es poder disfrutar viendo a tu/mi/nuestro Sevilla hoy se siente orgulloso. Orgulloso de ver como su equipo planta cara a los millones y a toda esa mafia nacionalmadridista que no quería saber nada del actual campeón de la Copa. Orgulloso de ver a mi Sevilla ser robado, otra vez,  y aún así no perderle la cara a una eliminatoria con derrota impuesta de antemano desde arriba. Orgulloso porque nunca nadie me podrá quitar ese orgullo de ser sevillista, porque a diferencia de otros yo soy de este equipo porque lo siento así, no porque gane títulos ni fiche a las mejores estrellas (algunas estrelladas) ni porque salga en portada todos los días.

Hoy, tu/mi/nuestro equipo saltaba al césped del Bernabéu sabiendo muy bien lo que había que hacer, ganar la batalla en el centro del campo y marcar pronto para crear incertidumbre al rival. Todo iba bien, Romaric (escorado a la izquierda), Zokora y Rakitic marcaba el terreno y con Kanouté de enganche todo era más fácil.